La mayoría de los estadounidenses saben que la pesca es una parte importante de su historia y del patrimonio de su país. Pero pocos entienden realmente lo que significa pescar en esta nación, y lo mucho que significa para el resto del mundo. En la tercera década del siglo XXI, Estados Unidos se vio sacudido por un colapso masivo de la pesca. Empezó con la sobrepesca y la contaminación, y a partir de ahí no hizo más que empeorar. Hoy, más del 70% de los pescadores estadounidenses afirman que no encuentran pescado de calidad en retailsores.com ni en ningún otro sitio web de viajes de pesca importante. Y esto tiene mucho sentido: La mayoría de los turistas extranjeros que visitan nuestras costas tampoco pescan. Hemos ignorado nuestro pasatiempo nacional durante tanto tiempo que ahora lo consideramos una vergüenza, una reliquia de nuestra historia, no algo que deba formar parte de nuestra vida cotidiana. Tenemos que redescubrir lo que nos ha hecho grandes como pueblo y dejar atrás las mezquinas disputas del pasado. Si aprendemos de nuestros errores, quizá otros vean que la pesca también es bella.
¿A dónde fueron todos los peces?
A medida que la población crecía en el siglo XX, también lo hacían las especies acuáticas. Mientras que las especies de peces de las vías navegables interiores y los lagos se vieron ciertamente afectadas por la atracción de las actividades humanas, la tremenda expansión de la industria pesquera en las zonas costeras fue un desastre en ciernes. A principios del siglo XX, Estados Unidos importaba aproximadamente la mitad del pescado que consumía. En 2006, la cifra se acercaba al 70%. Eso significa que tres cuartas partes del pescado que consumimos proceden de otros países.
Cómo nos metimos en este lío
Los peces que pescamos son la base de una dieta rica y diversa para muchas especies de animales y plantas. Pero la sobrepesca ha tenido un gran impacto en nuestros recursos pesqueros. Una población de bacalao podría soportar una gran cosecha comercial, pero si se captura alrededor del 80% de la población, quedarán muy pocos para mantener al resto de la especie. En un esfuerzo por compensar esta sobrepesca, muchas ciudades costeras empezaron a construir piscifactorías para alejar a los peces del anzuelo. En lugar de construir más piscifactorías, las ciudades deberían centrarse en mejorar las instalaciones existentes.
El futuro de la pesca en América
En la próxima década, será muy importante que el pueblo estadounidense se despierte y perciba el olor a pescado de la derrota. Si permitimos que la industria pesquera fracase en este país, ¿qué se podrá conseguir a nivel internacional? La industria pesquera es una parte importante de nuestra economía. Si fracasa en Estados Unidos, ¿podrá sobrevivir y prosperar en otros países donde es tan vital para la supervivencia de ciertas especies? El Instituto Nacional de Desarrollo Pesquero, creado en 1972, forma parte del Servicio Nacional de Pesca Marina, al servicio tanto de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) como de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). El organismo tiene un orgulloso historial de éxitos, con unas capturas anuales en todo el mundo de unos 7 millones de toneladas métricas.